Pan con chocolate

Es proverbial la tendencia a emigrar de los gallegos. No vamos a meternos aquí en las motivaciones pero sí reconoceremos que es un hecho. Con frecuencia el destino elegido ha sido América Latina. Tanto es así que en lugares como Argentina a los españoles se les conoce como “gallegos”.

Pero no todos los gallegos emigrantes optaron por “hacer las Américas” allende los mares. También se desplazaron a Madrid. Probablemente la falta de recursos para hacer un viaje tan largo o el no tener algún pariente o amigo al otro lado del charco que los animara o apoyara inclinó a muchos jóvenes gallegos a venirse a la capital de España. La mayoría del trayecto lo hacían a pie, o “a dedo”, cuando había suerte y algún carretero se apiadaba y los dejaba subir durante un trecho a sus carretas. Así llegaron a Madrid dos jovencitos de Lugo: Matías López y Manuel Lence. El primero lo hizo en los años 50 del siglo XIX y el segundo bastante después, allá por los 90, pero ambos comenzaron sus andaduras en el comercio madrileño como chicos de los recados y terminaron convirtiéndose en dos figuras de importancia en la industria madrileña.

Matías se inició en la fabricación del chocolate en la madrileña calle de Jacometrezo pero como pronto se le quedó pequeño el local, adquirió y reconvirtió una vieja fábrica de azúcar en El Escorial que llegaría a ser la gran proveedora de chocolate en Madrid y en toda España hasta su cierre en 1962. Los herederos de Manuel Lence, que convirtió una pequeña tahona en toda una marca comercial, lograron lo que no consiguieron los del chocolatero: continuar con la empresa familiar hasta nuestros días. Pero durante muchos años, en las tiendas de Viena Capellanes fue posible comprar el chocolate del gallego Matías López, aquel que en su publicidad mostraba imágenes de esmirriados madrileños que después de comer el chocolate de Matías López se convertían en orondos ciudadanos.

¡Cuántas meriendas de pan de Viena con chocolate Matías López se habrán comido los madrileños gracias a estos dos gallegos que solo con tesón y trabajo lograron lo que muchos, con más recursos, ni siquiera se atrevieron a soñar!